En esta obra, cuatro seres humanos -tres actores, un músico-, comparten con los espectadores el mismo espacio y tiempo.
Hay en el escenario, únicamente un sillón y los artefactos de Ulises, el músico.
Hay, sí, palabras de tres personajes, pero sobre todo, la voz de estas tres personas que habrán de descubrir a los espectadores, ese camino de quienes hoy, andan hacia la muerte.
Y entonces, algunos reconocerán su propio miedo, su propia historia y se llevaran esas palabras consigo.
Las palabras de tres personajes, que fueron rescatados del silencio, por estos cuatro seres humanos.